sábado, 13 de septiembre de 2008

HERNAN PIQUIN, DIGNO SUCESOR DE JULIO BOCCA

Tan profesional ha sido Julio Bocca a lo largo de su carrera y sigue siéndolo, aún ya retirado de los escenarios, que se ha preocupado desde hace más de 10 años en encontrar, formar y promover a un bailarín que pudiera brillar tanto como él lo hizo en todo el mundo. Y no se equivocó cuando dicidió que su sucesor podría ser Hernán Piquin, quien desde 1994 ha sido una de las estrellas principales de 'Ballet Argentino', hoy en día cabeza de la compañía que creó y dirije el propio Bocca.

Así es que junto a la consagradísima Eleonora Cassano y a la reconocida Cecilia Figaredo, los tres encabezan por estos días un nuevo espectáculo en el Teatro Maipo, denominado simplemente 'BALLET ARGENTINO', tal el nombre del ballet creado en 1990.

De esta manera, junto al resto de la compañía presentan un show de danza clásica moderna, desde el pasado 9 de septiembre hasta el 21; para volver el 3 de octubre y hasta el 11 del antepenúltimo mes del año al escenario de la calle Esmeralda.

Dividido en 3 bloques temáticos bien diferenciados entre sí, el espectador amante de la buena danza se encontrará con un primer cuadro titulado TANGO, pieza diseñada por Oscar Aráiz musicalizada con 'Responso', 'La Puñalada', 'Silbando', 'El día que me quieras', 'Mi Refugio' y 'El Choclo', todas ellas con arreglos de Atilio Stampone, donde la danza clásica se mezcla con este baile tan porteño y arrabalero. Luego seguirá NINE SINATRA SONGS, donde Piquin y sus musas bailan al ritmo de las melodiosas piezas de Frank Sinatra, como 'Softly', 'Strangers', 'One for my baby', 'My Way', 'Something Stupid', 'All the way', 'Domani', 'That's life' y nuevamente 'My Way'. Mientras que el cuadro final, llamado BESAME, se trata nada más y nada menos que de ponerle el cuerpo y danzar diferentes versiones (y en distintos ritmos) de ese clásico de la mexicana Consuelo Velázquez conocido como 'Bésame Mucho'.

Así es que comenzando con una estética tanguera, pasando por una mas de baile de salón y terminando con una mezcla de bolero, foxtrot hasta llegar a una danza más clownesca, la compañía entera se luce en todo sentido... En el baile principalmente, pero también en el buen gusto del vestuario elegido para cada pasaje, como así también en la puesta de luces y las sensuales coreografías.

Con una técnica perfectamente trabajada y sumamente cuidada, Hernán Piquin consigue demostrar una vez más la suavidad y precisión de sus movimientos, sumado a esa gran presencia escénica que trae consigo y la elegancia de su andar sobre las tablas, hacen de él un digno sucesor de nuestro gran orgullo: Julio Bocca.

Resta decir que el bailarín se lleva todos los aplausos y ovaciones de la platea, transformándose Cassano y Figaredo en sus partenaires a lo largo de la velada.

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