miércoles, 16 de julio de 2008

UNA VEZ MAS ENRIQUE PINTI BRILLA SOBRE LAS TABLAS, AHORA EN HAIRSPRAY


Qué noche la de anoche señores...!!! Una nueva mega producción se ha sumado a los tantos estrenos teatrales porteños de las últimas semanas. Pero no es uno más. Se trata de la esperadísima HAIRSPRAY, versión porteña de la comedia musical ganadora de 8 premios Tony en Broadway que desde anoche se presenta en el teatro Astral de la Av. Corrientes, producida por Pablo Kompel y Adrián Suar.

Sí, esa de la que tanto se viene hablando en la que Enrique Pinti se transforma en Edna, una mujer... muy simpática, regordeta y particular por cierto, madre de Tracy Turnblad. La historia es así: nos situamos en Baltimore, EE UU, en el año 1962, donde la protagonista es Tracy, una adolescente entrada en kilos que es fanática de un show musical televisivo con el que sueña poder formar parte del staff de bailarines y cantantes del programa. Cuando esta chance se le presenta su madre, Edna, trata de disuadirla para portegerla de una probable discriminación al no tener una imágen precisamente perfecta. Pero Tracy luchará contra viento y marea para lograr su sueño y bregar por la no discriminación y la integración racial.

Con más de 30 artistas en escena, este musical cuenta con actuaciones maravillosas, empezando por Enrique Pinti en su papel de esta madre con su sello pintiano por supuesto, que despierta risas y aplausos no sólo por su caracterización sino por su interpretación bien alejada de los monólogos políticos a los que nos tiene acostumbrados si bien conserva esa verborragia parlanchina. Claro que la protagonista de esta historia, que el año pasado vimos en la pantalla grande con John Travolta a la cabeza en el mismo rol de Pinti, es Tracy interpretada por Vanesa Butera, la joven que salió de un concurso televisivo hace algunos meses. Y se puede decir que la chica nada como pez en el agua porque canta, baila y actúa muy bien, con mucha soltura y sobre todo gracia.

También se destacan en sus personajes Patricia Echegoyen, quien sorprende con su genial intepretación de la malvada y discriminadora productora del show musical televisivo que se encarga de tratar de impedirle a Tracy hacer realidad sus deseos; Laura Oliva, también está muy bien en los tres pequeños papeles que le tocan (la madre de la amiga de la protagonista, una profesora de gimnasia y una guardiacárcel)todos ellos disparatados. Además, asombra el joven Fernando Dente, ganador de 'High School Musical, la selección' con su Link Larkin que enamora a la risueña y encantadora protagonista. El chico también despierta varios aplausos y suspiros femeninos con su destreza para cantar, bailar y actuar. Resta decir que Salo Pasik, en el personaje de Wilbur, marido de Edna, está correcto a modo de acompañante en las diversas escenas que le toca jugar.

Con la dirección general de Ricky Pashkus, la orquesta en vivo dirigida por Gerardo Gardelin, Carlos Olivieri encargado de la dirección actoral y la coreografía de Elizabeth de Chaperouge, sumado a la más que funcional escenografía móvil que la hace dinámica en todo momento con su estética pop, esta versión porteña de la historia escrita originalmente por John Waters logra una eficacia perfectamente diseñada que mantiene atrapado al espectador en todo momento y hasta lo hace salir de la sala tarareando algunas de sus canciones, como por ejemplo 'Buen día Baltimore'.

Si bien el costo de las entradas es algo salado, ya que los precios van desde los $50 hasta los $150, la inversión vale la pena si se quiere disfrutar de un buen espectáculo artístico, hecho con buen gusto y sobre todo mucho talento.

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