La espera terminó! Para muchas y muchos fanáticos de Luis Miguel Gallego Basteri por fin llegó el gran día del comienzo de los cuatro shows pautados en Vélez Sarsfield, en el marco de su 'Cómplices Tour 2008'.
Así fue que anoche, con un estadio repleto en el que no cabía ni un alfiler, Micky se reencontró con sus fieles seguidoras entre las 21.30 y las 23 hs., donde se lo pudo ver de muy buen ánimo y sumamente conversador con el público. Evidentemente la paternidad le ha sentado muuuy bien, porque a esto hay que sumar el impecable estado físico y el de su voz, que cada día suena más potente y dulce al mismo tiempo; y por supuesto con la elegancia acostumbrada.
De riguroso traje y corbata oscura, el mexicano abrió el recital con 'Tu imaginación', 'Suave', 'Hasta que me olvides y 'No me platiques más'. Pero como él mismo le avisó a los más de 50.000 espectadores presentes, en este show hizo un repaso por sus 28 años de carrera artística. Así es que hubo un momento para las baladas como 'Pensar en tí o 'No sé tu'; otro para los boleros como 'Inolvidable' y por su puesto el tango en versión abolerada 'El día que me quieras; otro para la música pop como 'Qué nivel de mujer' o 'Será que no me amas'; y no faltó por supuesto el popurrí de viejos hits de su adolescencia tales como 'Isabel', Los muchachos de hoy' y 'Decídete' donde la cancha estalló en gritos de alegría y baile por parte de las más grandecitas que sabían perfectamente todas las antiguas letras.
Coqueto como de costumbre, el rey tuvo tres cambios de ropa en total si bien nunca abandonó el saco: primero negro, luego blanco ya sin corbata para volver a otro oscuro luego. Tal como lo hizo en Chile, al momento de interpretar las canciones más románticas se acercó a la primera fila y repartió rosas blancas, lo que desató la histeria generalizada del público que veía los detalles a través de las tres pantallas gigantes dispuestas a lo ancho del escenario. Ya hacia el final de una noche que amenazaba con una inminente lluvia a través de una batería de relámpagos, pero que se aguantó hasta unos 20 minutos después haber terminado el show, la primera noche de las cuatro que vivirá Luis Miguel en los escenarios porteños fue como de costumbre con 'Será que no me amas' y arrojando a la platea remeras negras con su cara y las clásicas pelotas gigantes de plástico, también oscuras.
A pesar de los cánticos que lo vivaron para que retornase al escenario por algún bis, pronto se encendieron las luces del estadio y con Frank Sinatra de fondo finalizó maravillosamente la primera de las cuatro veladas de Micky en Buenos Aires.
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