Luego de una pequeña demora de dos días y con la sala reformada para la ocasión, el viernes pasado por fin estrenó en el Teatro Metropolitan I, de nuestra querida Avenida Corrientes, la producción argentina de la famosísima novela de Julio Verne 'La Vuelta al mundo en 80 días'. En este caso tan sólo titulada 'La vuelta al Mundo', ya que para empezar es una versión libre de la historia del novelista francés.
Protagonizada por
Roberto Carnaghi, quien se pone en la piel del propio Verne (y algunos otros personajes que aparecerán en el libro),
Ernesto Claudio (Phileas Fogg), el genial
Marcelo Savignone como el fiel e ingenuo Passepartout,
Paula Robles como la princesa Indú Aouda,
Ricardo Merkin (Hetzel),
Alfredo Allende,
Daniel Campomenosi,
Montenegro,
Daniel Topino y 10 integrantes de la compañía del
Circo La Arena, esta puesta mezcla la labor actoral con la danza acrobática, las artes circenses y las coreografías aéreas. Lo que conforma un espectáculo más que atractivo, teniendo en cuenta la imponente escenografía de
Alberto Negrin que va mutando según van sucediendo los hechos, sumando a la coreografía de
Gustavo Carrizo que logra impactar. Aunque se podría haber aprovechado más la destreza de la esposa de Tinelli a la hora del baile, que es lo que mejor sabe hacer.
Durante las casi dos horas que dura el espectáculo, el espectador se encontrará con
un Verne quien debe escribir en tan sólo 8 días una historia de aventuras al rededor del mundo para el diario más popular de París, que ya ha pagado por ella. Así es que teniendo en cuenta este punto de partida, el personaje de Carnaghi compartirá los mismos apuros, contratiempos y enredos que los personaujes que va creando: Phileas Fogg y su fiel sirviente Passepartout, la bella princesa hindú Auoda, 3 socios de un Reform Club y un policía llamado Fix.
Una apuesta que realiza Mr. Fogg dispara el comienzo de la aventura: dar La Vuelta al Mundo en 80 días... atravesando los lugares más insólitos, las ciudades más tradicoinales, las diferentes culturas y costumbres.
Visualmente impactante; actoralmente a la altura de las circunstancias, con un Carnaghi llevándose todos los aplausos, un Savignone brillante en todo sentido, un Ernesto Claudio correcto y una Paula Robles que aún debe asentarse en su nuevo rol de actriz, La Vuelta al Mundo es una buena opción a la hora de elegir un espectáculo teatral.
Yo particularmente estuve en la segunda función del sábado 24 de mayo, precisamente en la misma a la que eligió ir Marcelo Tinelli a ver su esposa. Todo un padrazo, llegó junto a sus hijas Micaela junto con s
u novio, Candelaria, Juanita y Francisco. En los 1o minutos que el conductor y empresario estuvo sentado en la quinta fila de platea tribuna esperando a que comience el show no paró de hablar por teléfono con su moderno celular, le quitó los abrigos a los más pequeños y le compró una bebida a la benjamina de la familia. Eso sí, en mitad de la función Francisquito tuvo ganas de ir la baño y el cabezón no dudó en guiarlo ida y vuelta para controlar que no tenga ningún contratiempo.
Al final de la obra, aplaudió a rabiar ante la aparición de su esposa; al tiempo que no se privó de chiflar a modo de ovación para luego ir al camarín de Paula y partir después en familia.