A pesar de los inconvenientes técnicos con el sonido que perturbaron durante toda la función a Antonio Gasalla, el de anoche fue el regreso triunfal del Actor a la calle Corrientes con el estreno de "Más respeto que soy tu madre" en el Teatro Metropolitan I de esta Capital Federal.Aquí Antonio encarna a una mujer, Mirtha Bertotti, de 52 años que vive en la ciudad de Mercedes, provincia de Bs As, cuya familia y sistema de vida se vieron amenazados por la crisis económica del 2001. Junto a un marido desocupado (Enrique Liporace), a tres hijos adolescentes (Esteban Pérez, Eliana González y Nazareno Móttola): uno gay, el otro un bueno para nada que se dedica al soreting y la nena de 14 años que quiere hacerse unos pesos mostrándose desnuda en internet mediante la camarita de la computadora; un suegro (Alberto Anchart) que cultiva, fuma y vende marihuana y una incipiente menopausia, Mirta deberá sortear distintas situaciones de la vida cotidiana con humor y proeza.
Esta particular mujer habla, durante las casi dos horas que dura la obra adaptada y dirigida por el propio Gasalla, sobre su vida repasando su temor a la vejez y al tedio matrimonial. En muchos pasajes sumamente divertida, en otros un poco triste, narra una historia propia de cualquier mujer de pueblo preocupada por una realidad económica no ayuda para nada a su núcleo familiar. En realidad lo que el autor, Hernán Casciari un argentino radicado en España, pretendió al escribir esta historia en un blog allá por 2003 en capítulos durante 10 meses, fue explicarle al mundo cómo son los argentinos de medio pelo. Y vaya si lo logra!!!!
Con un buen trabajo por parte de los actores jóvenes, descollantes actuaciones de Liporace y Anchart, Antonio Gasalla brilla sobre el escenario con su particular humor e ironía y una singular caracterización, destacando que está todo el tiempo sobre el escenario, incluso las tantas veces que se cambia ya que detrás de un biombo bajito -que permite que se le vea el rostro- sigue su parlamento mientras las vestuaristas hacen magia y lo transforman en cuestión de segundos. Y hasta se da el lujo de rendirle homenaje a Diego Maradona, lo que despierta un aplauso rabioso del teatro entero. Así como también hay que remarcar la simple pero efectiva escengrafía, que la mayor parte del tiempo es la cocina de la casa familiar, pero a través de paneles móviles la historia va trasladando al espectador hasta diferentes lugares, como el sur argentino o a un salón de fiestas, por ejemplo.
"Más respeto que soy tu madre" muestra a las claras lo que es un buen texto, tragicómico por cierto, sumado a un elenco de lujo y una acertadísima dirección, lo que conforman una desopilante comedia que seguramente el boca a boca hará se mantenga, merecidamente, en cartel por mucho tiempo en la calle Corrientes.
Calificación: IMPERDIBLE.
